El gobernador mandó a empapelar la ciudad capital con afiches con su cara.

El gobernador de Jujuy y actual presidente de la UCR, Gerardo Morales, no oculta sus intenciones de ser presidente de la Nación pese a que en su provincia evidencia en los últimos tiempos una baja en lo que hace al respaldo de la sociedad, hecho que se evidenció en la última elección legislativa en la que el radicalismo perdió una banca nacional en manos de la izquierda.

Tampoco parece importarle a Morales la férrea oposición que se le presenta incluso dentro de sus propio partido centenario, en donde dirigentes de peso como el senador nacional Martín Lousteau o el diputado nacional Emiliano Yacobitti le cuestionan ser parte de la “vieja política” y le refriegan en la cara la necesidad de una renovación de la conducción.

La última movida del gobernador jujeño fue la de mandar a empapelar la Ciudad de Buenos Aires con afiches en las que aparece su cara con la frase “por un radicalismo que quiere unir y gobernar el país”. Los recursos para tal propósito fueron enviados lógicamente desde la provincia de Jujuy que atraviesa un difícil clima social y económico.

Rápida de reflejos, fue la diputada nacional por Jujuy, Carolina Moisés quien primero observó la estrategia de nacionalización del gobernador y salió a cuestionar duramente al mandatario en una nota publicada en el diario Página 12. Denuncia Moisés el desvió de fondos provinciales para una campaña nacional.

Morales deberá revertir primeramente la cuestionada imagen que dejó el radicalismo en su último paso por la presidencia de la Nación en donde de la mano del ex presidente Fernando De La Rúa condujeron al país a uno de los peores momentos político, social y económico de la historia Argentina.