Gerardo Morales puso el hombro en la campaña, sin embargo el electorado no lo acompañó como esperaba el mandatario.

El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y su anhelo presidencial sufrieron un duro revés en las elecciones legislativas del pasado domingo pese a que sus candidatos obtuvieron una victoria con un importante margen de diferencia de votos sobre las listas del peronismo y del frente de izquierda.

Es que Morales se entusiasmó hace meses y prometió alcanzar las tres bancas que se disputaban para la Cámara de Diputados de la Nación. Luego de las PASO, esas ilusiones se desinflaron y debió conformarse con lo que creía sería la obtención segura de dos de las tres bancas en disputa.

Lo cierto es que ninguno de los pronósticos pudo cumplirse pese a que jugaban políticamente en estas elecciones dos de sus principales ministros y funcionarios de confianza: Gustavo Bouhuid, de salud y Natalia Sarapura, de desarrollo humano. El pueblo les dio la espalda.

Natalia Sarapura, de cuestionada gestión ministerial y de pésima relación con las comunidades originarias quedó fuera de una posible representación jujeña en la cámara baja del Congreso. A Bouhid lo acompañarán la camporista, Leila Chaer y el ya para nada sorprendente representante de la izquierda jujeña, Alejandro Vilca.

De esta manera, el sueño presidencial de Morales pierde fuerza ya que además sus pares radicales de otras provincias sí obtuvieron abultadas victorias en sus respectivos distritos.