El concepto de movilidad sustentable implica repensar las rutinas de toda la comunidad y una nueva planificación de la vida urbana.
El concepto de movilidad sustentable es algo que, en apariencia, parecería poco revolucionario, pero en la práctica puede llegar a tener un efecto multiplicador porque implica repensar las rutinas de toda la comunidad y una nueva planificación de la vida urbana.
Y, justamente, el camino para el cambio de paradigma está en esa nueva planificación que, en general, se da con transformaciones profundas. Algunos especialistas hablan de “Ciudad de 15 minutos” como concepto que hace referencia a la posibilidad de acceder fácilmente a las seis funciones sociales urbanas esenciales: hogar, trabajo, alimentos, educación, salud y descanso.
Se necesita priorizar la movilidad activa (a pie o en bici) para redescubrir lugares de proximidad, usar mejor cada metro cuadrado de la ciudad, darle a los espacios múltiples usos y reapropiarnos del espacio público para hacer de él un lugar de encuentro y de disfrute. Los especialistas coinciden en que está comprobado que, más allá de los detractores, tiene sentido ir hacia este tipo de movilidad, que sirve para algo y que cuando los resultados son tan evidentes es difícil no empujar hacia adelante.
“Además de mejorar el espacio público por todos lados, las intervenciones en movilidad sustentable sirven al que maneja, al peatón y al ciclista, es un nuevo espíritu de época en el que hay que trabajar por la pasificación de las calles”, resume Nicolás Baudino, ex responsable del área de Movilidad Activa del Ente de la Movilidad de Rosario y actual gerente de Tecnologías y Sistemas. Y agrega: “debemos hacer foco también en la violencia en la calle y seguir impulsando la empatía urbana que está por el piso. Es muy importante el respeto y la conciencia del impacto de las decisiones individuales. La ciudad es algo muy complejo, todo está relacionado con todo y mejorar la caminabilidad es un tema delicado, hay que prestar atención a todos los factores”.
Este es el espíritu de la época, hay que apostar a la “pacificación de las calles” para bajar la siniestralidad que es una agujero negro de recursos donde se estima que va a parar el 2% del PBI.
Según datos recopilados por Google Maps, en base a consultas sobre rutas, demuestran que la Argentina se ubica en el puesto 15 en el mundo en número de ciclistas, muy por detrás de Holanda y Dinamarca, que lideran la tabla global, donde prácticamente cada habitante tiene una bicicleta. Sin embargo, en América latina, el país ocupa el tercer lugar, detrás de Brasil y México.
Justamente, en la Ciudad de Buenos Aires, la bicicleta fue durante 2020 el único medio de movilidad que creció respecto a sus niveles habituales y los viajes en bici pasaron de representar el 4% de los traslados al 10,2% del total de viajes. Con este número se llegó a un valor histórico que CABA buscar mantener con casi 300 km de bicisendas.
En este contexto, por primera vez la Argentina fue sede del Foro Mundial de la Bicicleta. La ciudad de Rosario, que en los últimos años impulsó una fuerte política de transformación en movilidad urbana, fue elegida por el comité organizador para celebrar la 10° edición del encuentro. Los especialistas resumen que contemplar al peatón y al ciclista es reorganizar a la comunidad estructural y estratégicamente.
El Foro Mundial de la bicicleta surgió en Brasil luego de un accidente a una masa crítica de ciclistas que fueron embestidos por un vehículo en la calle. Desde entonces la asamblea organizadora, conformada por organizaciones y voluntarios de distintos países, elige a las ciudades sedes del evento teniendo en cuenta su impronta en movilidad sustentable. En 2019, Rosario fue la más votada para realizar este primer encuentro híbrido (presencial y online al mismo tiempo) y los motivos son claros: es la ciudad que implementó ágilmente un modelo de movilidad sustentable en los últimos 10 años, lleva construidos 199 kilómetros de ciclovías y bicisendas y de mayo de 2020 a la actualidad la red se extendió en un 40% y se incrementó un 360% la cantidad de ciclistas en hora pico, que llegan a ser el 13% de los rodados de la ciudad.
En las últimas gestiones de gobierno, la Secretaría de Movilidad de Rosario viene impulsando acciones concretas para ajustar, lo que ellos llaman, un “desbalance histórico en la forma de distribuir el espacio” donde los vehículos motorizados tienen prioridad y el peatón pasa a ser un actor que suele correr peligro al movilizarse por la ciudad.
Baudino explica que “el Foro coincide con esta línea de trabajo y sirve para seguir apuntalando y sosteniendo. Nos parece que tiene un potencial muy grande para empezar a trabajar más junto a la sociedad civil para seguir con la expansión del tema”.
Cuando se realizó la postulación de Rosario como organizadora del 10° Foro, en la ciudad de Quito, eran solo tres personas involucradas en el equipo para dar comienzo al plan de organización, pero desde que se activó la iniciativa localmente el equipo tomó un crecimiento federal muy valiosa “el Foro permitió que la gente interesada en el tema se multiplicara en nuestra ciudad e incluso hay personas trabajando desde Buenos Aires y Bariloche, que a través de Meet generaron una metodología muy prolija de organización y trabajo en equipo”, destaca Baudino.
Andrea Camorino, integrante del equipo de comunicación local es una de las voceras incansables que difundió durante todo agosto la suculenta agenda de actividades previas al evento, explica que “la idea del Foro fue influir y generar cambios permanentes en cada ciudad donde se desarrolla y por eso ya se han hecho pedidos concretos de ampliación de ciclovías. Siempre se trata de lograr algún cambio concreto, de incentivar mejoras en cuanto a la movilidad sustentable y es por eso que se ha involucrado tanto el gobierno local”.
Pero no todo es pedalear hacia delante, también hay algunas frenadas de improvisto: el compromiso e involucramiento que se vivió a nivel local no fue acompañado por el gobierno nacional. Si bien los organizadores del Foro pidieron apoyo y acompañamiento al Ministerio de Transporte, la respuesta se dilató durante meses hasta convertirse en una rotunda negativa, no solo de apoyo financiero sino difusión a nivel federal, algo que hubiera sido muy significativo para llevar el ejemplo local a otras ciudades del país. “El evento se organizó íntegramente con donaciones particulares a través de la plataforma cafecito.app/fmb10, sumado al dinero de sponsors y también algunos canjes de servicios. También recibimos donaciones del exterior y colaboraciones de los asistentes”, detalla Camorino y remarca que el foco central de los contenidos del encuentro estuvieron basados en el debate actual sobre el uso de la bicicleta asociada a la sustentabilidad. “abrimos una convocatoria al inicio para que el público propusiera temas y recibimos un montón de ideas, incluso de otros países. Muchas asociaciones se ofrecieron a dar talleres organizados en cinco ejes temáticos”.