El fin de semana largo por la conmemoración del 25 de mayo y la ausencia de medidas de confinamiento fue la excusa para juntadas masivas en distintos puntos de la provincia.

Pasó el último feriado del mes de mayo y cientos de jujeños aprovecharon los días para realizar viajes cortos, juntadas masivas, eventos sociales, fiestas y terceros tiempos, aprovechando la falta de control de medidas sanitarias por parte de las autoridades provinciales y municipales.

Como si no existiese el coronavirus en la provincia, el gobernador Gerardo Morales decidió no acatar el decreto presidencial y por tanto continuar con las aperturas y los horarios extendidos en la nocturnidad. La consecuencia: relajamiento de la población en el cuidado personal.

Las adelantadas elecciones legislativas en Jujuy obligan al gobierno provincial a hacer la vista gorda al aumento de los contagios y las ocupaciones de las camas de terapia intensiva. Solo el Hospital San Roque tiene un 75% de ocupación de camas y no resistiría un escenario en donde el número de infectados no descienda.

Esta indiferencia provocó que entre los días viernes 21 y martes 25 de mayo una gran cantidad de personas se movilizaran en la provincia. Para peor, cientos de eventos masivos se viralizaron rápidamente en las redes sociales en donde el mayor apuntado fue el denominado “tercer tiempo”.

Las canchas de fútbol de los profesionales, por ejemplo, mostraron la presencia de familiares y amigos de los jugadores. Todos ellos se agrupaban en las afueras del césped sin cumplir, en su gran mayoría, con los protocolos mínimos sanitarios: barbijo y distanciamiento social.

La gran incógnita está en si podrá el sistema sanitario provincial resistir este tipo de eventos en medio de la escalada de la segunda ola de contagios. Las secuelas del relajamiento podrán medirse recién en los próximos 7 a 10 días.