Tiene luz, calefacción y Wi-Fi.
Quizá todo adolescente lo ha pensado al menos una vez después de discutir con sus padres: abrir un hueco e irse adonde nadie lo moleste. Y Andrés Cantó demostró que esa fantasía puede hacerse realidad.
Andrés Cantó detalló que todo comenzó en el 2015, cuando tenía 14 años, y su madre le instó que se cambiara la ropa si quería salir. Tras “una pataleta de prepuber”, se puso a cavar en el jardín.
Tras 6 años de trabajo y usando un sistema de poleas casero, el joven creó la cueva, que tiene unos 7 metros cuadrados y puede albergar unas 7 personas y está equipada con luz, calefacción y Wi-Fi.