El gobernador fue abordado por un grupo de vecinos del Barrio Campo Verde y decidió denigrarlos.

El gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, se acercó al barrio Campo Verde de la ciudad de San Salvador de Jujuy para participar junto a varios de sus funcionarios, de un acto en donde se sentaron las bases para el inicio de obras de un colegio secundario.

Fue allí cuando un grupo de vecinos autoconvocados decidió irrumpir en la ceremonia para solicitar al gobernador que revea el lugar de construcción del colegio. Sostienen los vecinos que no debe privarse a la población de un espacio verde que es muy utilizado fundamentalmente por los niños y las niñas que realizan allí actividades recreativas y deportivas.

Los vecinos pretenden que la escuela se emplace pero en otro lugar. Consideran además que es sumamente importante terminar las obras edilicias escolares ya iniciadas y mejorar el deplorable estado de muchos de los establecimientos de la zona.

Morales, artífice del eslogan de paz y diálogo, decidió no escuchar a los vecinos y encarar un monólogo cuanto menos agresivo. En primer lugar trató a quienes se acercaron de ser irresponsables, “caras duras” y hasta de estar en contra de que sus hijos se eduquen.

Luego redobló la apuesta y denigrándolos los trató de pertenecer al Frente de Todos. Como si el legítimo reclamo fuese una batalla política.

La falta de gestión provincial está alterando los ánimos de Gerardo Morales que sabe que durante este año deberá someter parte de su capital político a un nuevo período eleccionario.