Se desprende de un estudio realizado por investigadores del Hospital de Massachusetts. Del mismo participaron más de 450 mil personas.

Científicos del Hospital de Massachusetts realizaron un estudio para investigar la necesidad que tienen algunas personas de realizar una siesta. Según las primeras conclusiones, estaría relacionado con el ADN y podría ser hereditario.

Del estudio participaron 452.633 personas, según publica el diario británico Daily Mail. De ese universo, los que tomaban una siesta habitualmente tenían similitudes en el genoma.

“Algunos países donde las siestas durante el día han sido parte de la cultura durante mucho tiempo, como España, ahora desalientan el hábito. Mientras tanto, algunas empresas de Estados Unidos ahora promueven la siesta como una forma de impulsar la productividad”, manifestó Hassan Saeed Dashti, coautor de la investigación y miembro del Centro MGH de Medicina Genética.

En total encontraron 123 regiones destinadas a la siesta dentro de la genética de los voluntarios que manifestaron dormir habitualmente una siesta. Este estudio podría ser clave para determinar el tiempo y momento exacto para tomar un descanso diurno y optimizar la energía.