La cúpula partidaria peronista, cada vez más lejos de la sociedad.
Todavía resuenan hacia dentro y fuera del peronismo las repercusiones por la reunión en la que el presidente del partido justicialista distrito Jujuy, Rubén Rivarola, armó para mostrar “unidad” dirigencial del peronismo jujeño ante una lluvia de críticas, principalmente por su ausencia en la visita del presidente Fernández y los arreglos de gran parte de la oposición con el gobierno de Morales.
A contramano absoluta de los tiempos modernos que atraviesa la política del siglo XXI, a Rivarola no se le ocurrió mejor idea que mostrarse cual jefe patriarcal del peronismo jujeño rodeado de personajes tan antiguos como cuestionados: sus laderos en el acto en el que pretendió hacerse “auto-bombo” fueron ni más ni menos que Guillermo Jenefes y Walter Basilio Barrionuevo.
Dos de estos tres (Rivarola y Jenefes) comparten no solo importantes negocios económicos con el gobierno de Gerardo Morales sino además el hecho de ser los principales responsables de la comunicación a la sociedad jujeña. Son los CEOS de medios fuertemente cooptados por la pauta oficialista lo que se traduce en una fuerte defensa al gobierno radical de turno.
El tercero de ellos, el desgastado ex gobernador Barrionuevo se define como un “amigo personal” de Gerardo Morales y no tuvo reparos para defenderlo en su gestión cuando la sociedad jujeña le permitió llegar a una banca en el Senado de la Nación paradójicamente como oposición.
Estos tres “peronistas” más un puñado de dirigentes, entre ellos intendentes y legisladores provinciales (muchos de ellos con asociativismo por conveniencia más que por elección), pretenden mostrarse como la renovación del peronismo de Jujuy. Saben que ni Guillermo Snopek (a quien Jenefes apuntó directamente por su traición al partido) ni Carolina Moisés tienen las condiciones ni el acompañamiento para conducir el partido más importante de la provincia.
La falta de liderazgo en el peronismo local, algo tan necesario como vital, tiene como consecuencia este tipo de fotos. Este tipo de encuentros que aleja al partido de los compañeros y compañeras que se sienten cada vez más decepcionados de la dirigencia y faltos de representación.
El peronismo jujeño da muestras, una vez más, de que todavía no tocó fondo pese a perder en reiteradas oportunidades con la UCR y un puñado de pseudo peronistas. Morales, una vez más, agradecido.