La lluvia de fotos (al estilo selfie) y los cientos de videos que los jujeños pudieron concretar con el presidente Alberto Fernández en su visita a la ciudad de La Quiaca, en Jujuy, dejó en evidencia la falta de una conducción política peronista local y la incomodidad de la comitiva presidencial para no mostrar apoyo explícito a ningún referente local.

No existió en la recorrida presidencial de Fernández y sus ministros nacionales ni siquiera la tan formal como obligatoria recepción por parte de la máxima autoridad política de la provincia, en este caso del gobernador Gerardo Morales. El radical fue ignorado completamente por el presidente.

Tampoco estuvo para dar la bienvenida el presidente del partido justicialista de Jujuy, Ruben Rivarola. El empresario y diputado provincial es fuertemente resistido por los funcionarios del Frente de Todos por los notables negocios que mantiene con Morales y el flojo (o nulo) papel de opositor provincial.

Los legisladores nacionales por Jujuy intentaron interponer sus amistades políticas personales para ser los bendecidos de la caravana de Alberto y sus funcionarios. Snopek cursó llamados telefónicos que sin éxitos lo obligaron a repensar su acompañamiento a la comitiva decidiendo finalmente permanecer en Buenos Aires. Sí, el senador jujeño se encontraba en la ciudad capital del país mientras el presidente pisaba suelo jujeño.

Carolina Moisés, otra funcionaria de peso provincial y actual diputada nacional también intentó lo suyo. Aprovechando su cercanía al intendente quiaqueño, Blas Gallardo, buscó acercarse al presidente en cada uno de sus recorridos en la ciudad fronteriza. Sin embargo y pese a haber logrado aparecer en algunas de las imágenes, lejos estuvo de lograr una sintonía fina con Fernández y equipo.

Se anotaron en las fotos, también, un puñado de intendentes y legisladores provinciales. Ninguno de ellos logró posicionarse como un referente que llamara la atención del presidente pero sí pudieron fortalecer sus relaciones con el ministro del interior de la Nación, Wado De Pedro, quien elige justamente saltear las referencias nacionales para llegar directamente a los líderes comunales.

La presencia de Alberto Fernández y parte de su gabinete dejó notablemente expuesta la falta de referencia provincial. El gobierno nacional debió sortear obstáculos para mostrar ciento por ciento su interés por el regreso de Evo Morales a su país y esquivar posicionamientos en favor de algún referente local.