Como si el país y los jujeños no hubiesen sufrido mucho con un complicado año 2020, no solo por la trágica aparición del coronavirus que obligó a la población a aislarse por meses en sus casas y se llevó en su largo andar una enorme cantidad de personas que perdieron sus vidas y un sinfín de enfermos, sino también por la grave crisis económica y social, aparece ahora una nueva triste noticia.

Y es que una celebración tan alegre como importante para la cultura y tradición de la provincia de Jujuy, como el carnaval, sería suspendida en varias de las más importantes de las localidades jujeñas por pedido y voluntad de las propias comparsas, corazón de estas fiestas.

Los motivos válidos y numerosos que exponen los principales referentes de las agrupaciones son, entre otros, la grave situación económica que atraviesan sus integrantes, la falta de garantías gubernamentales para asegurar la provisión de insumos básicos de protección para enfrentar al virus del covid-19, el miedo a un posible rebrote y fundamentalmente el dolor de muchos comparseros y comparseras por la pérdida de vida de familiares y amigos en lo que va del año.

Los intendentes y comisionados de los pueblos de la Quebrada de Humahuaca, centro de los festejos del carnaval, no expresaron aún una postura marcada al respecto. Bien saben que el atractivo turístico de estos lugares y en esos tiempos se transforma en una importante fuente de recursos económicos; pero no pueden obviar el momento y temen exponerse a la aparición de contagios masivos.

Si bien nada está definido, todo indica que el año 2021 no será recibido en nuestra provincia con los alegres colores del carnaval. Al menos no como se los disfrutaba hasta el momento.