El gobierno de la provincia de Jujuy instaló por estos días en la agenda mediática el tema de la educación primaria y secundaria.
Los funcionarios de la cartera de educación y legisladores oficialistas salieron por estos días a reconocer que trabajan para hacer efectiva “la vuelta a las clases en la provincia lo más pronto posible”. Parecen si quiera percatarse que las clases continuaron, o debieron continuar, aun durante la pandemia.
Ignoran por completo desde las autoridades de gobierno el enorme esfuerzo que realizan los maestros y profesores de toda la provincia de Jujuy que debieron adaptarse, en la mayoría de los casos con sus propios medios, para poder seguir educando a sus alumnos sea de manera virtual o con lugares de distanciamiento social.
Estos trabajadores esenciales de la Argentina trabajan muchas veces el doble de lo que lo hacían en tiempos de “normalidad”. Se esfuerzas por ser lo más creativos posibles para captar la difícil atención de sus educandos por estos tiempos.
Muchos docentes invirtieron de sus salarios para comprar una computadora o invertir en acceso a redes de conexión para no perder el contacto con los destinatarios de sus enseñanzas.
El no reconocimiento del gobierno de Morales a la tarea de los educadores jujeños evidencian la falta de sensibilidad y la carencia total del contacto con la realidad diaria provincial.