El agua extinguió las llamas en valle de Punilla, el último lugar donde seguía el fuego que desde junio arrasó con más de 300.000 hectáreas en toda la provincia.

Las intensas lluvias que comenzaron ayer lograron apagar el fuego de los incendios forestales que azotaron al valle de Punilla, Córdoba, durante los últimos tres días de forma ininterrumpida. Así, el agua extinguió todos los focos activos que quedaban en la provincia, los cuales, según las estimaciones preliminares, arrasaron con más de 300.000 hectáreas de vegetación desde que iniciaron a mediados de junio.

“La lluvia ha mejorado la situación de los incendios forestales por lo que no hay focos activos en la provincia de  Córdoba”, informó el gobierno cordobés.

El último incendio de Capilla del Monte “está en guardia de ceniza y contenido”, pero aún así “durante el día va a ser controlado por más de 70 bomberos para observar que no haya reinicio del fuego, al igual que los focos extinguidos de Villa María de Río Seco, La Granja y Achiras, “que serán monitoreados por los propios cuarteles locales durante el día”.

“El pronóstico anuncia humedad y una baja de temperatura por lo que van a mejorar las condiciones de riesgo de incendios forestales en toda la provincia”, celebró la gobernación provincial. Para hoy se esperan algunas lluvias y lloviznas en las sierras de Córdoba, con el 85% de humedad y una temperatura máxima de 18 grados.

Los más de 30 autoevacuados preventivamente en el barrio de Las Gemelas, de Capilla del Monte, comenzaron el regreso progresivo a sus viviendas, informaron las autoridades.

El secretario de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil, Claudio Vignetta, resaltó que el cambio climático que se registra desde anoche, con “la humedad y la baja de la temperatura, mejoró las condiciones en toda la provincia en cuanto riesgo de incendios forestales”.

En todos los sectores afectados por las llamas fue “incansable” la tarea desarrollada por bomberos voluntarios, brigadistas de Nación, personal del Plan Provincial de Manejo del Fuego, de Defensa Civil, de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil, y efectivos de la Policía de  Córdoba, sostuvo el funcionario.

Juan Schiaretti, gobernador de  Córdoba, también festejó la buena noticia: “En un año donde el clima es cruel y castiga a  Córdoba con los incendios, a medianoche cuando el fuego estaba ingresando a Capilla del Monte, Dios nos envió la lluvia y apagó las llamas. Seguiremos trabajando con todas nuestras fuerzas. Una vez más, gracias al esfuerzo de todos en la lucha contra el fuego”.

Desde que iniciaron a principio de año en el Delta del Paraná, (donde son cada vez más graves) los incendios forestales que arrasan con toda la vegetación y los animales en su propio hábitat afectaron a unas 22 provincias, y en alrededor de la mitad se mantienen activos. En la mayoría de los casos se trata de fuego encendido de manera intencional, vinculado en algunos casos con intereses en negocios inmobiliarios o producción agrícola y/o ganadera.