Muchas son las provincias del país que en medio de la crisis social y económica provocada por la pandemia mundial del coronavirus buscan incansablemente gestionar recursos para poder hacer frente a las tareas diarias que les requiere la administración de sus jurisdicciones.

Particularmente, la provincia de Jujuy atraviesa un difícil momento financiero que le impide a la gestión gubernamental provincial cumplir con los requerimientos mínimos de muchos de los intendentes y comisionados tanto oficialistas como de la oposición a Morales.

Es por esto que los máximos mandatarios territoriales jujeños vienen moviéndose independientemente de las indicaciones del gobierno provincial. Los intendentes participan de cientos de reuniones semanales en las que virtualmente plantean a los funcionarios del gobierno de Alberto Fernández su descontento con los ministros jujeños.

Así, a fuerza propia y en muchos casos sin la presencia incluso de los legisladores nacionales por Jujuy, los jefes comunales consiguen para sus municipios recursos provenientes de las distintas carteras de Nación.

Los ministerios de Obras Públicas, del Interior, Desarrollo Social o de Turismo y Deportes, son por casos los más activos en el intercambio de proyectos con los municipios sin pasar por las gobernaciones locales.