Los desarrolladores de juegos, redes sociales y servicios de streaming deberán establecer límites y restricciones para los usuarios menores de 18 años. 

Congresistas de China revisaron y confirmaron el paquete de leyes para limitar el acceso de los menores de 18 años a “servicios en Internet que induzcan a la adicción”, endureciendo normativas que anteriormente se implementaron en aquel país.

Según informa la agencia de noticias Reuters, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (CPCNP), conformado por los miembros del Congreso Nacional del Pueblo de China, aprobó en las últimas horas una serie de medidas que entrarán en vigencia el 1 de junio de 2021.

La normativa exige a los proveedores realizar los cambios necesarios para proteger a los niños de productos y servicios potencialmente adictivos. Los desarrolladores de videojuegos, las plataformas de streaming y las redes sociales, entre otros entornos, deberán incluir funciones para limitar el tiempo de uso por parte de los menores de edad. En ese marco, prevén prohibir los servicios que no se acoplen a los requerimientos.

Por otra parte, las leyes que aprobó el Congreso de China establecen que los proveedores de servicios deben tomar medidas para detener el acoso cibernético, y que los padres o tutores de los menores que son acosados tienen derecho a informar a los proveedores de servicios que eliminen, bloqueen o desconecten los enlaces y el contenido.

Siguiendo a Engadget, la reciente aprobación de estas normativas formalizan un movimiento que China ya había iniciado y que llevó a desarrolladores de relevancia en aquel país, como Tencent, a implementar cambios en sus servicios destinados a niños. “Sin embargo, una prohibición explícita del contenido adictivo podría obligar a los sitios y a los creadores de juegos a establecer controles para estar seguros, incluso si no están convencidos de que los niños se ‘engancharán’”, nota la fuente y agrega que si bien eso afectará principalmente a los productos digitales que se ofrecen en China, las medidas podrían tener un efecto en los juegos y servicios fabricados en China que se ofrecen en otras regiones.