Los jefes comunales destinan importantes recursos en asistencia a la población y en intentar evitar la propagación del virus en sus jurisdicciones.

La provincia de Jujuy atraviesa un complicado panorama, el más difícil desde la declaración de la pandemia mundial por coronavirus y el primer decreto presidencial de aislamiento social, preventivo y obligatorio de marzo del corriente años.

Los últimos días se multiplicaron los contagios con el agravante de que se suceden en distintos puntos de la provincia impidiendo centralizar todos los esfuerzos y recursos (sanitarios y económicos) en un solo lugar. Además los informes del COE arrojan alarmantes datos como los resultados positivos de COVID-19 de menores de edad.

Toda esta complejidad es afrontada con enorme esfuerzo en los municipios y comisiones municipales que cuentan con sistemas sanitarios precarios para hacer frente de manera adecuada a la propagación del virus y atender los pacientes contagiados.

De norte a sur, de este a oeste, los esfuerzos de los jefes comunales implican reparto de mayores recursos para afrontar campañas de desinfección de grandes lugares de concentración así como atención hospitalaria. El intento de contener a la población requiere además el equipamiento de elementos básicos como barbijos o alcohol para higiene personal.

La certeza es que ningún lugar está exento de la posibilidad de nuevos contagios. San Salvador, Abra Pampa, Perico, Caimancito, Humahuaca, Fraile Pintado, La Quiaca, Maimará cuentan con pacientes por COVID-19 y todo indica que será difícil en el corto plazo frenar la ola positiva del virus.