A la preocupación por la escasez y el fuerte aumento se suma el factor sanitario.
La hoja de coca, ese producto tan arraigado en la cultura jujeña, sufrió una fuerte alteración en su comercialización los últimos tiempos provocados principalmente, aunque no de manera única, por la pandemia mundial declarada por el coronavirus.
Hasta hace poco tiempo atrás, el principal problema radicaba en la gravedad de la situación económica de la Argentina. La crisis financiera y la consecuente pérdida del poder adquisitivo de la moneda nacional, hicieron que se genere un primer nudo en la cadena de comercialización: en la actualidad 100 pesos argentinos equivalen a apenas 5 bolivianos.
Por si fuera poco apareció el COVID-19. En ese marco una de las primeras medidas asumidas por gobierno nacional con aval de las provincias, fue el cierre de las fronteras. Aquí el segundo nudo que explica la fuerte suba del valor de la hoja de coca ya que toda la producción recibida hasta ese entonces del vecino país de Bolivia se vio ante la dificultad de continuar los canales tradicionales. Esto último sin embargo no impidió el abastecimiento local. ¿Cómo es posible? El comercio ilegal se multiplicó.
Los productores de Villazón y los comerciantes de La Quiaca acudieron a una maniobra ilegal para hacerse de las hojas de coca violando la normativa de cierre fronterizo. Y es este riesgo de lo prohibido lo que sumó también su parte en el valor de la coca y trasladó allí el sacrificio de la maniobra.
Hoy las hojas de coca llegan entonces de manera ilegal a nuestra provincia para ser vendidas a precios siderales que van desde los 4.500 hasta en algunos casos los 10.000 pesos argentinos el precio del kg. La variación final se da por la calidad de la hoja.
La regulación del valor de las hojas se vuelve imperioso a fin de que los jujeños puedan continuar con el coqueo; pero resulta aún más importante que las autoridades tomen cartas en el asunto, pues el comercio de esta manera no solo está por fuera de la ley sino además alejadas del alcance de las medidas de bioseguridad por la que tanto velan los especialistas. La importación de coca, puede en estos casos traer también importado el virus.