Historia en primera persona de una etapa que se vio atravesada por la aparición del coronavirus y la consecuente suspensión de las clases presenciales.
Gonzalo Giudice nació en Jujuy hace 17 años atrás. Es alumno del quinto año del Complejo Educativo José Hernández y uno de los tantos estudiantes secundarios que verán cuanto menos postergados sus sueños del viaje de egresados, la confección de las carrozas y el acompañamiento a sus compañeras en las elecciones de reinas estudiantiles.
En charla con Red Jujuy, Gonzalo nos cuenta primeramente sus sensaciones previas a la aparición del coronavirus y sus ilusiones.
“Esperaba tener el mejor año de todos y poder dejar una marca imborrable en el colegio, lleno de proyectos, fiestas y momentos con sus compañeros“.
Sin embargo, y como es de público conocimiento, se propagó por el mundo la enfermedad del COVID-19 y cambió para siempre la historia de la humanidad. A partir de allí, entre otros, se decretó la cuarentena obligatoria que agregó el distanciamiento social entre las personas y significó la paralización de muchas actividades, entre ellas las escolares.
Quizás los cambios más profundos serán los que atravesarán los alumnos de los quinto año. En este, el último año escolar, los estudiantes de Jujuy tienen no sólo la organización del viaje de egresados, la cena blanca y las fiestas de fin de curso. En nuestra provincia se agrega (o ¿agregaba?) además la magia de la Fiesta Nacional de los Estudiantes (FNE) con sus desfiles de carrozas y carruajes (previamente elaborados por los mismos alumnos y sus profes), elecciones de embajadoras escolares, provinciales y nacionales, y los cientos de shows musicales y artísticos que se replican en diferentes localidades.
Es indudable que la histórica tradición jujeña sufrirá también modificaciones. Ante ello, Gonzalo nos relata que al momento de la aparición del coronavirus “Estábamos organizando la elección de la reina, pero se detuvo todo por la pandemia“. Y que “por lo general días después de las elecciones presentamos los proyectos por lo cual todavía no teníamos la alegoría más allá de algunas ideas en la cabeza“.
Con algo de tristeza pero con enorme ánimo por lo que se viene, Gonzalo entiende que la decisión gubernamental correcta en estos tiempos es la no realización de la FNE. “Es la más lógica y es no realizarla. Por más que nos duela en el alma, es una decisión bien tomada, ya que no podemos exponer a tantas personas ni amontonarnos“.
Por otra parte, y en directa relación al posible viaje de egresados, Gonzalo con cierta resignación nos cuenta que “Era una de las cosas más lindas y esperadas, nuestro gran “viaje de egresados”. Desde mediados de 2018 habíamos comenzado a pagar el viaje, y, hasta día de hoy, nos piden que sigamos pagando“. Sin embargo, mantiene la esperanza poder realizarlo en algún momento con sus amigos.
“Pensamos en hacer otro viaje juntos, ya que postergarlo es muy difícil por la capacidad hotelera de la empresa de viaje y no tendría la capacidad para aguantar dos promociones de todo el país al mismo tiempo. Por lo tanto, buscamos otras alternativas“.

Gonzalo recuerda a la perfección el momento en que se comunicara esta impensada noticia. “Nuestro último día de clases fue normal hasta las once de la mañana donde nos comunicaron la suspensión de actividades durante (supuestamente) 15 días. Y con la aparición de la pandemia, por un momento sentí miedo, porque era algo que nunca me había tocado vivir. Pero con el tiempo me fui agotando de escuchar así que decidí no encender más los medios nacionales” reflexiona el joven.
Finalmente y ante la consulta de sus sensaciones más del tipo personal y anímica, nos cuenta que “Siempre me consideré una persona “libre” es decir… estar afuera todo el día, poder salir, juntarme con amigos… y durante la primera etapa de la cuarentena total y obligatoria, sentí una sensación terrible de encierro, que me afectó psicológicamente durante un largo período donde ya no aguantaba“.

El joven reconoce el trabajo de sus profesores y nos deja una final frase que hacen notar su gran solidaridad y empatía para con quienes llevan el mayor esfuerzo. “Los profesores se cargaron nuestros problemas al hombro y pusieron demasiado de su parte y es algo extremadamente valorable y admirable. Porque no sólo afrontaban sus problemas, sino también los nuestros, sumado al cambio de vernos todos los días, a lograr adaptarse a las clases virtuales“.
La provincia de Jujuy anunció días atrás el inicio del receso escolar, por vacaciones de invierno, para este primero de junio y espera poder retomar las clases, aunque con protocolos de seguridad y sanidad previamente establecidos por el COE local, el próximo 15 de junio.