Los municipios de todo el país – y de todos los signos políticos – se aferran como pocas veces a la idea de reactivación de la obra pública nacional en épocas de cuarentena producida por la aparición del virus COVID-19.

Incansablemente el presidente Alberto Fernández repite en cada aparición pública que la prioridad del gobierno está en salvar la mayor cantidad de vidas posibles, para lo cual recomienda el aislamiento social obligatorio y la restricción al mínimo posible de circulación en las calles. No cabe duda alguna que la salud pública está por encima de la economía en los planes de la política y de la gran mayoría de la sociedad.

Sin embargo, en los últimos días, tomó fuerza el posicionamiento nacional de “mandar a la cancha” el plan “Argentina Hace”, dirigido por el Ministro de Obras Públicas de la Nación, el bonaerense Gabriel Katopodis, y que tendrá impacto directo en más de 400 municipios del país.

Cientos de intendentes de todo el país ya suscribieron un acuerdo marco con el ministerio nacional y están en tratativas por empujar la aprobación final de iniciativas propias, de pequeña y mediana escala, que abarcan las más variadas temáticas como pavimento, consolidaciones urbanas, equipamiento social, protección de áreas urbanas y preservación de paisaje natural, mantenimiento y construcción de corredores viales, promoción del turismo y actividades culturales, entre otras.

Las obras, que deberán finalizar en un plazo no mayor a los seis meses desde su inicio, permitirán poner en marcha, siempre bajo estrictos protocolos de sanidad, los trabajos de cooperativas y organizaciones sociales. Se trata en fin de una gran noticia en un momento de fuerte recesión que afecta directamente a las arcas municipales de todo el país.